El psicópata ha vuelto... Y sólo sé que no sé nada

Bug Dance, originally uploaded by Joshb60796.

A principios de semana estaba totalmente convencida de saber quién era el psico. Sin embargo ahora...
No sé si la historia del TALGO tendrá alguna relación. Os la cuento porque también hay un seudo psicópata de por medio.

(Aviso que esta historia debería ser narrada en clave de humor, pero un catastrófico examen me ha privado de él temporalmente)

Pues como os decía en un comentario del post anterior: verano del 2004, viaje en TALGO. Ya me había tragado una película y parte de otra cuando en una parada se subió al tren un chico y se sentó a mi lado. Me preguntó cómo podía escuchar la pelí y yo le señalé la cajita con los auriculares que hay en cada asiento y que él había confundido con una caja de condones, chiste malo propio de tíos (RENFE se moderniza pero no tanto)
La soporífera temática de los documentales posteriores e intercambio de gominolas y chuches varios contribuyeron a iniciar la conversación.

El chico se llamaba Sergio, dato importante a tener en cuenta, pues coincide con el nombre del psico. Lo que no cuadra es que no era de Medina del Campo, sino de Madrid y su acento muy similar al de Tamarita Falcó, nada parecido al que escuché.
Pero esto no eran para mí más que pequeñeces poco relevantes en la ardua labor de investigación que esta semana llevaba a cabo. Puede ser que en la intimidad de su hogar se le vaya el pijerío y salga su verdadero yo. Y lo de Medina lo diría por vacilar, como lo del canal de adivinos.

Al llegar a nuestro destino me invitó a una Coca Cola en la cafetería de la estación. Lo que hasta el momento había sido una conversación muy agradable se convirtió en un suplicio. De la experiencia podría escribir un post titulado cómo estropearlo todo en diez minutos o cómo las prisas y la necesidad pueden acabar con tu imagen. Paso de caerme guay a pensar que estaba muy necesitado y no de afecto y amistad. Tuve la impresión de que todo lo anterior había sido con vistas a conseguir algo y no me gusto.
Así que me despedí con la disculpa de mi abuelita me espera y si llego después de las once se preocupa mucho, mucho, cuando en realidad estaba sola y tenía la casa a mi entera disposición.

Durante los tres meses siguientes no dejó de insistir en que teníamos que vernos, que me quedase en su casa, que ganaba mucho desnudo por el tamaño de sus bolingas...
Al final se canso y no volví a saber nada de él hasta hace unos días. Me envió una invitación de hi5 y otro mail donde me relataba con detalle sus aventuras por Italia, donde está haciendo un curso de no sé qué, además adjuntaba varias fotos de sus peripecias y me pedía que yo hiciese lo mismo porque, lástima, no tiene fotos mías con la que deleitar su vista.

En fin... No tengo ni idea de si este Sergio será el mismo que el de los sms o no.

¿Vosotros qué pensáis?